Por Nancy Miriam Méndez Castañeda
Dos manifestaciones se llevaron a cabo ayer en la entrada principal del Palacio Legislativo de San Lázaro durante la comparecencia de Julio Frenk Mora, Secretario de Salud, ante la Comisión de la Salud de la Cámara de Diputados.
Aproximadamente 30 adultos mayores, integrantes de la organización Revolución Blanca, solicitaron la inclusión de la vacuna del neumococo a la cartilla de vacunación tanto de niños como de adultos, por considerarlo una bacteria de alto riesgo que puede provocar pulmonía, meningitis y sinusitis, entre otras enfermedades.
“La vacuna no está incluida (en las cartillas de vacunación) porque es cara”, señaló Eduardo Escalona, integrante de la Revolución Blanca, “con los doctores particulares cuesta 700 pesos la vacuna y necesita refuerzo cada dos años”.
Los manifestantes agregaron que el Sector Salud no la incluye en ninguno de sus niveles: Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), ni Salubridad.
“Si hay dinero para comprarla”, dijo Escalona, “si hay dinero para comprar tangas, debe de haber para dinero para comprar vacunas”.
El neumococo ataca principalmente a los niños de un día a dos años de edad y a los adultos mayores de 60 años, personas de salud de alto riesgo y se contagia por toser o estornudar y por contacto directo, como las manos sucias.
Por otro lado, una comisión de 15 trabajadores del Hospital Juárez del Centro, ubicado en Jesús María, entre las calles de Fray Servando, San Pablo e Izazaga, exigieron no se reduzca su espacio de trabajo para convertirlo en un centro de salud de consultas médicas, pues la zona quedaría desprotegida de atención especializada como el área de urgencias.
“Lo que estamos manejando es que no es laboral el asunto, es social, (Julio Frenk) está cerrando un hospital”, explicó Marlen Herrera Estrada del personal administrativo de la unidad sanitaria, “el derecho a la salud es constitucional, no la puedes privatizar con tu Seguro Popular, que ni es seguro ni es popular”.
Herrera indicó que de aproximadamente 9 mil 370 metros cuadrados que tiene el hospital, la Secretaría de Salud quiere reducirlo a 30, para construir en lo restante centros comerciales.
“Nuestros pacientes son indigentes, Marías, sexo servidoras, niños de la calle, personas de la tercera edad, son la gente que acude al hospital, es el hospital de los pobres, no lo pueden tirar”, expresó Herrera.
Los inconformes esperan que en lugar de la demolición se reparen las fracturas del edificio, ocasionadas por el temblor de 1985, para cubrir las necesidades de salud de la zona.
Los Cadillacs
Hace 15 años.
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