En Día de los Fieles Difuntos
Por Nancy Miriam Méndez Castañeda
Descansó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en Día de Muertos.
En la visita de los fieles difuntos, la CNDH sólo dejó una ofrenda pequeña al interior de su edificio y entreabiertas sus puertas para los que aún viven en la tierra.
La ofrenda presentó tejocotes, camote en dulce y el pan tradicional de Día de Muertos.
Durante el transcurso del día, dos abogados de guardia atendieron a los vivos quejosos que sumaron más de 20 por la mañana.
El resto de las oficinas permanecieron cerradas.
Sin las actividades normales, Juvenal Paulín Guzmán, policía público y recepcionista de la CNDH, bordó aves y alcatraces en dos fundas para almohada.
Oaxaqueño de nacimiento y a sus 47 años de edad, aprendió el bordado de su madre y hace solamente un año que comenzó su afición a la costura.
Con el puente de ayer, Juvenal, con su traje azul marino y su placa dorada, realizó el bordado fino de dos canarios amarillos y flores de alcatraces blancas y lilas.
Sin embargo, los abogados en turno trabajaron las 24 horas del día para asesorar y atender las quejas de los pocos que llegaran.
La CNDH abrirá sus puertas de par en par hasta el día de mañana.
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