Yo, más que un signo, ¿cuál es mi significado?

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Lo sublime

viernes, octubre 21, 2005

Agradecen vivir en la feria

Una crónica de la Peregrinación de las Ferias Unidas del DF
Por Nancy Miriam Méndez Castañeda

Partieron desde la una de la tarde de la Glorieta de Peralvillo a la Basílica de Guadalupe. Su vida es la feria.
Son más de 800 personas que cantan y caminan cargando coronas florales de colores por Calzada de Guadalupe.
Los automovilistas, ante el calor de las dos de la tarde y el tráfico, abren el paso a los rezagados y algunos tocan el claxón.
Margarita Baeza Sánchez, integrante de la peregrinación de las Ferias Unidas del Distrito Federal ha venido cada año, desde que tiene memoria según cuenta, a dar gracias a la Virgen.
“La feria es una tradición que viene por generaciones”, platicó, “mi mamá, mi padre se dedicaban a las ferias, como desde hace unos 150 años viene esto”.
Ahora Margarita es la encargada de organizar la peregrinación de cada año. Trabaja en la feria vendiendo platanitos fritos y además tiene un aparato mecánico infantil.
A sus 62 años, ya sin los dientes de enfrente, exhorta a los asistentes a celebrar en su casa.
“Había otra persona que se encargaba de las peregrinaciones, pero como se murió yo me decidí a seguir adelante de esta tradición”, dijo, “toda la gente que ve, me apoya, porque me apoya con su cooperación, para seguir adelante con esta peregrinación”.
Vestida de verde, el cabello corto chino y café, levanta la mirada a la entrada de la Villa.
“Ya el Gobierno quiere desaparecer las ferias, pero ya no, vamos a seguir adelante porque todavía tenemos hijos y nietos que siguen la misma carrera que nosotros”.
Rosario Serrano también es feriera de tradición, como ella misma se nombra. Sus padres, hijos y hasta bisnietos se dedican a la feria.
“Es una tradición en algunas ocasiones hasta de nuestros padres, esto es una herencia que tenemos, de todas las personas que nos dedicamos a este negocio”, contó, “nuestro negocio son las ferias del DF y de la República Mexicana, algunas trabajan también”.
Este año, el agradecimiento a la Virgen de Guadalupe es por todo el trabajo del año.
“Darle gracias a la Virgen por los favores recibidos durante todo el año y solicitarle también que nos siga bendiciendo con su sombra para apoyarnos, para cuidarnos y que nos dé salud para seguir trabajando”.
Rosario cuenta con juegos pequeños de destreza, suertes y dos aparatos mecánicos pequeños, una canoa y una silla voladora, pero sólo puede trabajarlos dos días en un solo lugar y en ocasiones lo que resta de la semana no trabaja.
“A veces apenas nos alcanza para pagar los gastos”, dijo, “y el mayor problema que tenemos los que nos dedicamos a las ferias son la falta de espacios para trabajar, por la falta de espacios para trabajar las autoridades correspondientes en cada delegación son mucho más estrictas”.
Sin embargo, destacó que ellos se seguirán dedicando a la feria, en la provincia y en México, aunque si cuentan con un domicilio particular en el DF, y continuarán con la tradición de las peregrinaciones de cada año.

No rezan por Montiel

Por Nancy Miriam Méndez Castañeda

A pie llegan los fieles de la Diócesis de Atlacomulco a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. Caminaron toda la semana desde sus pueblos.
Niños, hombres y mujeres se reunieron ayer en la misa de las 11:00 horas logrando consolidar su objetivo: llegar frente a la Virgen de Guadalupe.
“Primero avanzan las mujeres, atrás vienen los hombres”, dijo Martina, integrante de la Diócesis, “siempre salimos el lunes, 17 de octubre, pero nos empezamos a reunir desde el domingo”.
Eran más de 15 mil personas las que se caminaron por la carretera, desde el Estado de México para llegar ayer a la Villa.
Muchos desconocían la declinación de Arturo Montiel, ex precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República.
Benito Velázquez Garduño, del Municipio de Villa Victoria, manifestó que no rezarían por Montiel, aunque en el Estado de México lo quieren mucho.
“La verdad ni nos acordamos mucho, porque como venimos en peregrinación desde el domingo, pues no hemos visto la televisión”, dijo.
Benito, padre de dos hijos que este año no vinieron con él, consideró que estaba muy bien que Montiel quisiera ir a la Presidencia de la República, aunque con su declinación, otra persona vendría en su lugar.
“Todos queremos una persona nueva, queremos a mi forma de ser, que a otro le dé una oportunidad, pero si él (Montiel) puede adelante, si tiene buenos proyectos adelante.
“Pero otra persona va a querer nueva gente, que traiga buenos o malos planes, pero va a querer, aunque sea mocho”, añadió.
Con sombrero de paja puesto y una imagen de Juan Pablo II y la Virgen María en las manos, manifestó que Enrique Peña Nieto, actual gobernador del estado, no tiene carácter para gobernar.
“Era mejor con Montiel, porque se ganaba a la gente más tenía una forma de quererse más, por la forma de hablar ahí se ve que tiene muy buenos planes, llegar a la gente”.
El peregrino aclaró que la Diócesis de Atlacomulco es muy independiente de los partidos políticos y de la Presidencia, y que no reciben ayuda económica de nadie, pues de su bolsa ponen 300 pesos que les alcanza para toda la semana.
“Tiene que ver más con la fe de cada quien, sea de peregrino de aquí, es independiente a todo tipo de partido y muy independiente de nosotros mismos, por cada fe que venga uno, el que viene, viene por un motivo o por una fe que tiene”, destacó, “no se trata de pedir ayuda, se trata de ver como se sufre”.
La peregrinación a pie llegó acompañada de 4 ambulancias y patrullas que la vigilaban en la carretera. Los fieles escuchaban misa e intentaban entrar hasta donde el cupo de la Iglesia se los permitía.
Margarita Martínez es madre soltera y tiene dos hijos mayores de edad, su fe se consolidó cuando se quemó las piernas con agua hirviendo y en quince días volvió a caminar.
“Yo le pedía a la Virgencita, devuélveme mis pasos en quince días y cuando me devuelvas mis pasos voy hasta tus plantitas desde mi parroquia”, contó, “y en quince días yo ya caminaba, depende de mucha fe”.
Desde hace 16 años del accidente, Margarita viene cada octubre a la Basílica, con los pasos devueltos, a dar gracias.
Tampoco pidió por Arturo Montiel.
“Yo ni sabía, no tengo estudios”, mencionó, “aquí cada quien trae sus propias historias de fe”.