Por Nancy Miriam Méndez Castañeda
El conflicto en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está atrapado, pues no se puede poner en riesgo la calidad de los servicios de la salud por un asunto real del problema de financiamiento de régimen del problema de pensiones y jubilaciones de los trabajadores, aseveró Mario Luis Fuentes Alcalá, ex director general del IMSS al final del régimen zedillista.
En el marco del reconocimiento a las 12 mujeres postuladas al Premio Nobel de la Paz 2005, Fuentes Alcalá destacó que hay un problema de cómo se construye políticamente la respuesta al conflicto del IMSS, pues no sólo es un asunto financiero y debe ser de ambas partes.
"Por una parte, más allá del asunto político, del asunto personal que se hizo con el director (Santiago) Levy y el sindicato, yo espero que la cordura de ambas partes nos lleve primero a salir de este asunto y no poner en riesgo a los servicios médicos y demás prestaciones por tratar de resolver el asunto financiero en el sentido estricto", dijo, "hay que contribuir más para garantizar la seguridad social".
Señaló que no se ha discutido cuál debe ser la política del Estado, la seguridad social que debemos construir y cómo financiarla.
"Los mexicanos debemos tener en el Siglo Veintiuno, además de discutir la vialidad financiera del IMSS o ISSSTE, cuáles son los derechos que debe lanzar el Estado, que los debe asegurar", declaró el antecesor de Santiago Levy en el IMSS.
Fuentes Alcalá enfatizó que desde 1990, el IMSS tenía la noción precaria financiera de cómo pagaría las jubilaciones de los trabajadores, pero por otra parte, se encontraba la premisa de que el Seguro Social era para todos, tanto los pocos que tenían un trabajo permanente como los que no.
"El Seguro Popular busca quitar este asunto de inequidad, pues hay muchos que no tienen seguridad social", mencionó, "¿es lanzar nada más el acceso a la salud o a los demás derechos, a tener un apoyo para la invalidez, a tener un apoyo cuando se tiene el desempleo?, en ese sentido la discusión está ahí".
Agregó que a lo largo de diez años se han diseñado políticas públicas para separar y crear una aseguradora financiera y que sean del mundo de lo privado los que presenten los servicios.
"De hecho el Seguro Popular es un vehículo financiero, no es un programa", expresó, "es un vehículo financiero en el cual la lógica es que el dinero público acompaña la demanda, donde el que tiene una enfermedad va a atenderse, y donde se atiende se le paga a la oferta, que acompaña la demanda".
Fuentes Alcalá añadió que hay que recuperar la noción de 1943, año de creación del IMSS, donde se planteaba que hacer un contrato social para que todos los mexicanos que tuvieran trabajo, también contaran con seguridad social, no sólo en riesgos de enfermedad, sino de invalidez y desempleo, además de la recreación a la cultura, pues esos eran los derechos que había asegurado el instituto, habiendo un esquema financiero que estuvo en crisis y que hoy se encuentra parcialmente en esta situación.
"El Estado se está desistiendo de garantizar derechos, no sólo garantizar el consumo, hay que ser explícitos", enfatizó.
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