En vez de tala, ecoturismo

Por Nancy Miriam Méndez Castañeda
A cambio de la tala de árboles y comercialización de la madera, ejidatarios de Magdalena Petlacalco en la Delegación Tlalpan preservan su bosque para utilizarlo en un proyecto de ecoturismo y comercialización de árboles de navidad para esta temporada.
En un recorrido por el bosque, los ganadores del primer lugar del premio al Mérito Nacional Forestal 2005, otorgado el 28 de junio por el Presidente de la República, Vicente Fox, indicaron que su bosque será intervenido no en los recursos, sino en oro tipo de uso como el ecoturismo de bajo impacto.
Abel Álvarez Nava, representante de la Comisión Ejidal de Magdalena Petlacalco señaló que para la conservación de la reserva ecológica, localizada en el marco del Distrito Federal, está siendo reforestada de manera natural y por la comunidad, en donde por cada árbol cuidado se les otorga un peso como pago de servicio ambiental.
Sin embargo, solicitó tanto al Gobierno federal como estatal se destine un incentivo mayor a estos ejidos, abriendo un espacio laboral a sus habitantes, pues el bosque otorga recursos a la Ciudad como agua y aire que deberían ser retribuidos por la misma.
Para mayores beneficios a sus pobladores, se instalará un espacio de ecoturismo con diferentes actividades para sus visitantes como tirolesa, rapel, área de pesca, asadores, tres hectáreas para campar, juegos para niños, balsas y caballos de montura.
El costo de este proyecto a tres años es un aproximado de cinco millones de pesos en el que participa la comunidad, Semarnat, Conafor y la Comisión Nacional de los Pueblos Indígenas, entre otros.
Agregó que los beneficios serán para los habitantes de Magdalena Petlacalco como una alternativa al cuidado de su bosque, que en lugar de ser productor de madera, será promotor del turismo, sin dañar a su reserva ecológica.
Víctor Ortuño Ramírez, asesor técnico del ejido en el proyecto de ecoturismo en el llano Viborillas, que inició hace dos años, dijo que no se dañará al bosque, pues estará restringido el acceso de vehículos en las zonas altas, los sanitarios utilizarán agua tratada que no desembocará en el río que cruza el bosque y que de 622 hectáreas de la reserva, sólo se utilizarán 12.