Piden por los migrantes al otro lado
Por Nancy Miriam Méndez Castañeda
Danzan en peregrinación al Cerro del Tepeyac para espantar los malos espíritus frente a la casa de la Guadalupana.
Detrás de ellos, caminan más de 800. Llevan trajes típicos de Zacatecas, penachos de colores, camisas amarillas, guaraches, chalecos rojos y cinturones con espejos y carrizos que ahuyentan las malas vibras.
Su plegaria es por los migrantes que viajan de mojados al otro lado, desde Zacatecas y Aguascalientes.
María de Lourdes, del pueblo de San Marcos Loreto, Zacatecas, no tiene familiares directos que trabajen en Estados Unidos, pero su esposo tenía un sobrino.
“Sí está dura la migración, apenas el 2 de noviembre pasado acabamos de enterrar un sobrino de mi esposo que se fue para allá, del otro lado y lo mataron”, dice.
Característica de los peregrinos de la Diócesis de Aguascalientes, a la que pertenece e pueblo de María de Lourdes son los dientes cafés por la caries.
Así cuenta que su sobrino político murió de una bala en un pleito callejero entre negros y blancos.
María de Lourdes teme a la migración y la falta de trabajo porque tiene un niño de menos de diez años.
“En el pueblo se ve más ahora (migración), antes eran contaditos y ahora muchos se van, sobre todo los jóvenes, porque allá ganan dólares”, platica.
Junto a sus dos hijas pequeñas y su madre, de cabellos blancos, mira la danza de los matachines en la que participa su hijo pequeño que suena su maraca con cada brinco.
“Yo nada más pienso en que mi hijo crezca y se me quiera ir”, comenta y baja la voz hasta que queda muda.
La peregrinación tiene más de 20 años y Manuel Pérez, de 54 años ha participado en todas.
“El Estado de Zacatecas es el estado número uno de la gente que se va a trabajar a Estados Unidos”, explica, “yo pienso que el mayor problema es que no hay fuentes de trabajo, además que ven a sus familiares y amigos que están ganando dólares y es en las rancherías donde se ve más”.
Ahora jubilado, fue maestro de primaria rural.
“A mí me tocó todavía como maestro de banquillo, con gis y pizarrón nada más”, platica, “pero en las comunidades rurales ahora no llega toda la tecnología”.
Manuel explica que Enciclomedia es un buen programa, pero que sólo llega a las comunidades rurales con alumbrado.
“Es funcional y el maestro hecha mano de eso, llega a las comunidades rurales y llega sólo a las que tiene alumbrado, eso es obvio”, dice.
Cuenta que en Zacatecas muchos son campesinos que viven con 80 pesos al día y mantienen a su mujer y hasta cuatro hijos.
“Como que la gente de abajo es muy conformista, como que la gente de abajo no se fija en su pobreza, como que la gente de abajo está dispuesta a vivir así y no pide a la Virgen por situaciones económicas”, comenta, “sino por salud y porque les vaya bien”.
Sin embargo, en su visita a la Guadalupana esperan que la sequía no vuelva a atacarlos como en este año, que perdieron su cosecha de maíz, frijol y chile por falta de lluvia, en contraste con las inundaciones por los huracanes “Stan” y “Wilma” en el sur de País.
Y se quedan en la plaza de la Basílica danzando antes de regresar a sus casas.
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